domingo, noviembre 14, 2010

Ya hice los dibujitos.

Ya están los dibujitos, es más, los hice el día que dije que los iba a hacer. Excepto que no los he subido... problemas técnicos.... y de tiempo. Pero ya están. Deveritas deveritas.

Ya merito los escanéo.

lunes, noviembre 08, 2010

%@#~@$%... maldita sea ...


Yo sé que este blog está medio muerto, y juro que ahora sí no me sobra tiempo ni para dormir pero... de eso y sus razones hablaré en otro momento.
Lo que hoy me llama poderosamente a juntar estas palabras una junto a la otra es una horrible sensación de "me lleva el demonio", combinada con un taza "maldita sea"
y una pizca de "soy el imbécil más grande del universo".


Sucedió que iba yo en el metro y, después de viajar como por 2 siglos y medio, y luego de unas 8000 estaciones, pasó que subió un tipo muy lindo al vagón; allá en la otra puerta, lejus lejus.
Como no hay absolutamente nada mejor que hacer, de vez en cuando le echaba yo una observada, y pues unas 2 veces él me miró a los ojos. Pero como es usual, bajo la mirada, me volteo a otro lado; no supe que interpretar de su mirada.
Y pues total, seguí mi vida. Nunca pasa nada. Me bajé del metro y el tipo se perdió entre la multitud. Compré una botella de agua de 500 ml; le di unos traguitos al agua: glu... glu ... ... ...glu; y proseguí.

Ya iba yo dirigiéndome al camión guajolotero que me lleva hacia mi casa y ...pos pinche coincidencia; el tipo aquél que yo miraba con moderada lujuria avanzaba hacia mí y subió al camión antes que yo. Ok, da igual. Luego subí yo.

Pagó su pasaje, pagué yo el mío. Avanzó él hacia un asiento (de estar vacío ahí me hubiera sentado yo) y aún quedaba libre el asiento junto a él (donde también me hubiera sentado pero que no ocupé porque no quise que el tipo pensara que lo andaba siguiendo y acosando) sin embargo tomé un lugar al fondo el camión. Y luego el tipo se cambió de lugar y yo también... pero lo de menos es el enroque de piezas, el chiste es que quedamos en un punto donde aún podía echarle un ojito.

Y avanzó el transporte. Lo vi, me vio y nos vimos una vez durante el trayecto, pero como sigo en mi analfabetismo sobre lenguajes de ojos, no supe de qué chingados era esa mirada. El güey se recostó, cerró los ojos y se echó a dormitar. Y ahí me quedé viendo un ratito. Era guapo, mucho.

Justo ahí empezó mi tortuoso soliloquio entre mis múltiples conciencias.
-Haz algo.
-¿Qué?
-Algo, lo que sea.
-¿Pero qué?
-Algo,¡Lo que sea!
-No.
-¡YA!
-NO. No puedo.¿Qué puedo hacer?
-Algo.
-¿Para qué?
-Pos... está lindo.
-Ay, para qué... además...pinche yo.
-Asssshhhh.
-Pinche yo aburrido.
-Pos sí.
-Pa qué, no le voy a gustar.
-Pero...
-¿Pero?
-Pos sí.

Y así...

El soliloquio fue algo así medio incoherente, lo típico. Por supuesto, como lo anunciaban mis pensamientos, no hice nada. Y pues me levanté, ya me tocaba bajarme. Y aunque ya daba por muerto todo este asunto, noté que el tipo se despertó, si es que estaba dormido, y pos de repente volteaba hacia la puerta donde me iba a bajar, pero disimuladamente.
Total, me bajé...vale madres, yo no le interesaba. Al diablo. Y me bajé sin voltear a verlo.

Lo que ya no pude resistir fue voltear a verlo una vez que me bajé. ¿Y si veía que me miraba?¿Significaría algo? Pueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees... ya caminado sobre la calle volteé hacia el camión. Hay un ligerísimo y pequeño ángulo en el que yo podía llegar verlo sentado en su asiento desde mi posición y con el camión en movimiento. Y así como en unos de esos micromomentos tipo película de hollywood, por un lapso de 0.5 segundos, en ángulo de visión como de1.05º grados, lo vi... girando su cabeza, mirando hacia mí.


Maldita sea mi... p... i... n... c... h... e... ... ...suerte.

Dije eso, mirando hacia arriba lamentándome. Maldita sea.
La moraleja de esto... no existe. Lo que ocurre es que me frustran estas situaciones. Porque pase lo que pase, nunca pasa nada; me quedo atorado en estos puntos tontos porque no tengo ni la idea ni la confianza para pasar de este nivel kinder garden.

Por eso escribí el post porque la frustración me retacó las entrañas. Y ya.


P.D. Mañana el dibujo. Júrolo.


jueves, julio 29, 2010

Reprobadote

Ya se terminan mis vacaciones. Vacaciones como resultado de un semestre ya terminado.
Semestre terminado con tremendas bajas para mi ejército. Ejército cuyo regimiento está constituido de calificaciones. Calificaciones caídas en el cumplimiento del deber, caídas por salvar otra materias. Y así...

Significa que... reprobé materias. Varias. Tres, para ser exacto. Una la reprobé por güey, una por exceso de trabajo y otra por la mismas dos razones anteriores.
Y considérese esto muy grave puesto que en mi historia académica, desde mis inicios en el kinder hasta la actual segunda licenciatura, sólo había tenido una materia reprobada. Aquella, primer clase reprobada por mí, pero que la verdad no fue mi culpa: el maestro estaba loco.

En esta ocasión, sí, las tres, son obra y gracia de mi culpa. Mi necedad de poner maestros buenos, para aprender; necedad cuya consecuencia irremediablemente significa mucha muchísima tarea. Y tarea tuve. Para atascarme. Pa' aventar pa' arriba.

Reprobado pues, terminé mi semestre. Con 3 números 5 que remontar. Números reprobatorios que pueden revertirse con un examen extraordinario. Exámenes a los que por supuesto me inscribí. Pero... que no presenté. ¿Y eso? Uno porque no podía, trabajé en esa fecha; el segundo porque era muy temprano, y se me pegaron las sábanas; el tercero... porque me dio flojera.

Que no panda el cúnico, aún hay esperanzas; hay infinitas y continuas rondas de extraordinarios que podré presentar en lo sucesivo. Son como el arca de Noé con ruta continua programada (arca de Noé por aquello de que es la salvación de los animales). Juro que la próxima ronda los presento. Ya no estaré en vacaciones. Y si Dios quiere ya no tendré tanta flojera.

Ahora bien, mi orgullo quedó herido, pero lo puedo soportar; mi récord académico quedará marcado por siempre, lo puedo soportar; perdí 50 centavos por los extraordinarios que inscribí y no presenté, sobreviviré a ello; lo que sí me va a doler en el alma es que voy a perder la beca que tenía. La bonita y gloriosa beca que tanto trabajo me costó conseguir... YA VALIÓ MOUSER!!!

Ergo, seré más pobre. Desbecado. Pobre y reprobadote. Por burro.


P.D. Si pudiera existir algún lado positivo de ver esto podría ser que, dado que ya reprobé una vez, dado que ya no puedo aspirar a becas, puedo relajarme un poco más. Incluso dedicar más tiempo al trabajo (si lo consigo) ya sin tanta presión por la escuela; total, que más da reprobar unas cuantas veces más.

lunes, julio 26, 2010

Prueba de traje de baño

Bueno, sigo en la pelea por la chamba.

  • Superé la primera entrevista en recursos humanos. El primer día.
  • Superé las tortuosas pruebas psicométricas y de honestidad. El segundo día. (Además soporté un desaire, porque me debían entrevistar este día y no el siguiente)
  • Superé la segunda entrevista en recursos humanos con el jefe de la de recursos humanos de la primera entrevista en el piso de arriba. (¿Por qué tendrán dos pisos de recursos humanos?)Esto el tercer día.
  • Superé las pruebas de comunicación y localización, y aunque casi no me encuentran, pos me encontraron. Ya tengo cita el viernes con la jefa del jefe de la de recursos humanos: la mandamás.

...espero sea la última entrevista... porque ya van muchas y ya me cansé de defender mis motivos para estudiar otra carrera.... ¡DÉJENME SER!

De tantas entrevistas, tantas pruebas, ya nomas' falta que me hagan prueba de traje de baño.



Entre que sí, entre que no. Estoy considerando un modelo clásico.



sábado, julio 24, 2010

Peleando ando

Odio mi trabajo actual. Sí, ese trabajillo de fines de semana en un tienda de ropa; lleno hasta el techo pura vanidad y pura moda, ningún tema que me interese.
Tampoco es noticia, porque desde la primera semana que me contrataron quería renunciar, sin embargo el hambre es canija y yo necesitaba el trabajo para pagar los gastos de la escuela y lo soporté, sería sólo temporal, me dije, mientras consigo algo mejor.

Dos años ha pasado desde que me dieron esa chamba y sigo ahí. Atorado.

Estas últimas semanas me he dedicado a buscar ese cambio de tren.
Tuve una oportunidad muy choncha hace algunos días cuando me llamaron de aquel lugar donde hice mi servicio social hace 3 años. Había posibilidad de una vacante y me estaban considerando, pues ya me conocían y recordaban que había hecho un buen trabajo mientras estuve ahí. Y ya saben, procedió la cosa con curriculum, luego la entrevista y que cuando tomaran la decisión me llamarían pues había más candidatos, había competencia.

Ayer viernes fui a una entrevista para otra chamba, después de haber ido el jueves y el miércoles a la primera fase de entrevista y pruebas psicométricas. Este empleo es de medio tiempo en un banco, e igualmente después de entregar todo el papeleo necesario me avisarán de su decisión, una vez evaluado y comparado con los otros prospectos, para que pueda yo presentarme a otra entrevista con la jefa de todos los que me han entrevistado.

La primera es un puesto demasiado grande para mí; ocuparía yo el puesto que mi jefe tenía cuando yo hice servicio social, además es de tiempo completo y el que me entrevistó manifestó ciertas dudas sobre mí (así lo percibí yo y así me lo expresaron) porque yo siga estudiando otra carrera. La otra vacante, la segunda, es un puesto menos relevante, más interesante, más relacionado con lo que estoy estudiando en diseño y aunque no cumplo todos los requisitos que pedían, algunas habilidades tengo que podrían ser útiles.

El detalle curioso de esto que he hecho es lo difícil que me resultó defenderme a mí mismo. Ya saben, en las entrevistas siempre hay preguntas como: "¿Quién dirías que eres tú?...¿ cómo te presentarías?...¿Qué objetivos tienes?...¿Cómo te visualizas en 10 años?...¿Por qué dirías que eres el mejor para este empleo?..." y así. Creo haber capoteado esas preguntas de manera decente, pero no tienen idea de las ganas que me daban de contestar de manera más sincera, algo como: "Soy, yo soy un pobre diablo que no sabe qué hacer con su vida, un loco, un antisocial, un hermitaño, un indeciso, un inseguro; que no sé qué demonios estaré haciendo mañana, menos voy a saber qué haré en 10 años, y que no, muy probablemente no soy el mejor para el puesto, seguramente no soy lo que usted necesita pero necesito desesperadamente otra chamba."

Me fue inmensamente difícil defender mi decisión al haber estudiado otra carrera, me fue difícil defender mis conocimientos, me fue difícil defenderme a mí mismo frente a ellos. No sólo porque alguien más me lo cuestione, porque es su chamba, pero a veces frente a mí mismo me resulta difícil justificar lo que he hecho y lo que soy.

No me he sentido muy animoso últimamente y por eso quiero un cambio, quiero pensar que eso me alegrará un poco. Además esto de andar haciendo entrevistas con ese ánimo no es muy sano, es como andar corriendo un maratón con la pata torcida: duele y duele cada paso, pero no se puede renunciar, hay que seguir corriendo y pelear.

Pero en eso estoy, peleando ando por una mejor chamba, peleando ando por encontrar algo mejor. Hagan changuitos o chonguitos o prendan veladoras o magia vudú, lo que sea que me prodigue buena vibra.


lunes, julio 12, 2010

Caso cerrado

Desde hace casi un año, y más intensamente desde hace 6 meses, yo ostentaba una obsesión por un determinado sujeto de mi escuelita.
Ya saben, el típico comportamiento obsesivo de andar pensando en él, andar imaginando historias con él, repetir su nombre, escribir post sobre él, revisar su feisbuk y tuitear sobre él (¡Las obsesiones se modernizan!).
Lo vi constantemente. Una semana sí, la otra también y todas las semanas en la escuela de este semestre. Incluso lo saludaba casi todas las veces que lo veía. Incluso alguna rara ocasión tuve una microconversación con él... nada relevante: las tareas y cosas así.

Pero, como siempre, nunca pasa nada. Como siempre, no pasó nada. Y como siempre, la obsesión se diluyó. Eventualmente uno pisa tierra.

Ya no reviso su feisbuk tres veces al día (no, ya ni lo reviso), ya no ando coleccionando sus fotos y ya no pienso en él. Ya murió, ya es caso cerrado.



Pero...

Este caso se cerró con broche de oro. La obsesión cayó por su propio peso, por su irrealidad, su improbabilidad, sin embargo hay un momento preciso donde decidí darle sentencia de muerte a esto.
Pasó que después de terminadas las clases se nos requirió a todos los alumnos de esta generación asistir a una conferencias de orientación vocacional. Todos los alumnos reunidos en un auditorio a escuchar opiniones de qué hacer con su futuro. Un de esos días estaba yo sentado, esperando comenzara la conferencia, en un fila donde aún había lugares libres a mi izquierda.
Lo vi llegar a él. Entraba a la conferencia con sus amigas y buscaban lugar. Avanzó hasta que llegó a la fila donde estaba yo sentado, y donde había lugares libres. Lo observé recién entraba a la fila, él venía al frente de su amigas y en tal situación le hubiera correspondido sentarse en el lugar justo a mi izquierda. Juntito a mí.
Lo pensé y me puso un poco nervioso la situación así que volteé mi mirada hacia otro lado; no cruzamos miradas, así que él me miró algunos instantes después cuando avanzaba y... ¿qué creen que hizo?
Hizo que una de sus amigas se pasara primero y se sentara en el lugar a mi izquierda; él se sentó tres lugares a mi izquierda. Su amiga me saludó, él no. Obviamente me evitó.
Y pues... ya pa' qué sigo de necio ¿no?
Ahí muere. Ya comprendí.


Have you ever seen the rain...?


Tres meses después de no dar señales de vida, heme aquí: dando señales de que existo aún, no tanto de que vivo.

Cambio la imagen del blog por aquella manía mía de cambiar algo cada 6 meses; la manía se extiende a mi hogar donde tengo la imperiosa necesidad de reacomodar los muebles que tengo en mi cuarto. Cambio carpeta de trabajo de la escuela y formateo mi computadora también cada medio año.

El tema de esta decoración del blog se inspiró en un canción: "have you ever seen the rain" de unos monitos que se llaman Creedence (sépala quienes son esos güeyes). Canción cuya letra escuché, me gustó, y la malinterpreté a mi gusto para hacer los dibujitos. Y pues notarán que es ligeramente menos optimista y menos alegre que anteriores decoraciones, lo que significa que mi ánimo anda en ese mismo tenor por razones medianamente inexplicables, pero que en estos días me dedicaré a explicar un poco.


Bueno, vuelvo a las andadas.


viernes, abril 23, 2010

Life is not a spectator sport


Había yo buscado esta cita por largo tiempo, por fin, gracias a la magia de internet, lo encontré. Es de la serie de grey's anatomy de un capítulo que un día vi, ya por ahí había puesto la traducción. Y dice así:
Life is not a spectator sport. Win, lose, or draw, the game is on. So go ahead... argue with the ref, change the rules, cheat a little, take a break and tend to your wounds. But play. Play. Play hard, play fast... play loose and free. Play as if there's no tomorrow. Okay, so it's not whether you win or lose, it's how you play the game... right?
:(

lunes, marzo 29, 2010

Me va a volver loco

Loco loco, pero loco loco loco.

Si leyeron los tuits que anduve poniendo estos días habrán notado que ya ando ligeramente obsesionado. Y la cosa va en aumento. El culpable: él; él y su facebook.
Ya yo sabía que esto del facebook era una cosa endemoniada, peligrosa, de esas que llevan a la gente a la perdición, pero no parecía interesarme mucho.

Habíales contado que ya sé su nombre, nombre que conocí al haber encontrado su facebook, y por eso dicho sitio web ya lo tengo agregadito a mis favoritos. No lo he agregado como amigo... no, no me atrevo.... no podría.... no, no, no. Así que solo pretendía darme vueltecitas de vez en cuando para ver su foto y contentarme un poquito la obsesión. Imagínenme ahí todo atontado viendo su foto.




Sí, obsesión. Ridícula. Yo sé. Debería darme pena decirlo, pero pos... es mi blog.

Desde que lo he estado revisando he notado que cambia su foto de perfil muy seguido. A veces la foto solo dura un día, a veces dos, pero no se quedan ahí demasiado tiempo.
Tal circunstancia me hizo pensar que no vería una sola foto mucho tiempo. Me angustió la idea porque vi pasar una, y dos, y tres fotos y como la cuarta era buenísima tomé una decisión obsesivamente arriesgada: empecé a guardar su fotos.

Sí, lo sé. Ando cayendo muy bajo. Pero es que... es que... está bien guapo.... :'(

Y es diseñador... su fotos son interesantes y... y ya puso una sin... sin camisa. Y ayer puso una muy buena... y... y... hoy puso otra sin camisa... y...
...me va a volver loco. :'(

Bueno, ya tengo nuevo vicio: juntar su fotos.

Tal vez debería hacer un album o algo así, para darle algo de utilidad a mi obsesión y a sus fotos ¿no?



miércoles, marzo 17, 2010

Cartitas

¿Se acuerdan de mi acosadora? Sip, esa: la niña aquella que se me pegaba como molusco y me interrogaba, la que me dio una cartita diciéndome que yo le gustaba.

Pues resulta que ya le contesté su cartita hace como 2 semanas.
Recordarán que ella me dio su carta en diciembre y como ya estaban acabando clases pues no la volví a ver en la escuela, y aunque me dejó su teléfono por 'si le quería decir algo' no quise llamarle, ni decirle nada (además ni preguntó nada), había que contestarle de la misma manera.
Y fiel a esa reciprocidad pasó diciembre, pasó enero, pasó febrero y justo cuando ya andaba llegando marzo la vi. Cambié varias materias lo que, supongo, evitó que me encontrara antes, pero nomas' supo localizarme empezó a atocigarme con su presencia. La siguiente semana a la ocasión que nos vimos me esperó afuera de una clase; esperó dos horas hasta que llegaron los 15 minutos de descanso que nos da la maestra y me siguió. Debí haber corrido.

Me preguntó algunas tonterías, me preguntó mi horario completo y ya hasta el final me preguntó que si había leído la carta. "Sí la leí, luego te la contesto. Con carta. Luego que te vea.", insistí en que debía contestar una carta con otra carta. Siguió interrogando y preguntó que si me había enojado el día que me dio la carta, porque como que eso le había parecido. "Naaa", contesté, obviamente mintiendo y me libré de ella porque ya tenía que entrar a mi clase.

Llegó un viernes y la niña esta cayó a mitad de una de mis clases, justo cuando la maestra estaba explicando. La clase es siempre muy libre, cualquiera puede entrar; de hecho, después de la explicación de 10 minutos, tuvimos el resto de la clase para trabajar solos así que no había forma de correrla. Se pegó y quiso hacer conversación, yo la traté de ignorar a intervalos: primero yendo a revisar mi tarea, luego salí a comprar algo a la papelería (corrí para que no me siguiera).
Después de eso no tuve ningún pretexto para salir del salón y ella prosiguió su molesta plática-interrogatorio en la que traté, debido al hastío, ser lo más apático posible. Tal vez lo notó, tal vez se cansó pero después de media hora preguntó por la respuesta a su carta. "Pues te dije que la próxima semana." y me aferré a que le daría la carta allá en la otra clase donde a la salida la encontré.

Y llegó aquel día, un martes, y yo andaba hasta el copete de tarea, me desvelé, dormí 3 horas y ya iba yo tardísimo a la escuela. En tal situación lo que menos me importaba era contestarle su carta, pero tenía que hacerlo por un mínimo de cortesía.

Mi idea original para contestarle era decirle que a mí me gustaban los hombres y bla bla bla... y eso le hubiera contestado si me hubiera dicho las cosas frente a frente. Sin embargo, por la forma en que me estuvo siguiendo y molestando (y luego su cursilería de la carta) me empezó a caer mal. Entonces, ¿Para qué sincerarme con alguien que me cae mal?¿Para qué le digo algo tan importante para mí si ni siquiera es mi amiga? Y es que solo la trataba en clase, era solo una compañera y de las lejanas. Además, el chisme hubiera llegado a oídos de sus amigas tan rápido como yo se lo dijera y yo no tenía ningún interés en que ellas lo supieran.

Debido a esto, le contesté la carta con alguna cosa inventada. Corté un pedacito de papel y mientras iba en el camión escribí algo mas o menos así:

Pues es que no sé que decirte. La verdad que una carta no se me hace la mejor forma de tratar estos temas, pero tú empezaste y te la tengo que contestar.
Pero bueno, te contesto sobre lo que supongo que quieres saber: yo ya tengo alguien a quien querer. Entonces pues no procede nada.
Así que mejor la dejamos así de cuates ¿no?


Algo así fue. No son las palabras exactas pero así de ojete sonaba. La verdad que la sola perspectiva de verla a ella y entregarle esto me fastidiaba y no tuve paciencia para ser más amable.

Llegué tardísimo a la escuela y aunque no pretendía encontrarla, la vi y entonces debía darle la carta. Se la dí. Preguntó que si la podía leer ahora mismo, le dije que como ella gustara, insistió en que yo le dijera si debía leerla ahora, volví a decir que como se le antojara y volvió a fastidiar con que yo le indicara si debía leerla...



Me fastidió por última vez. Como me imaginé que la cosa iba a seguir así un buen rato, me despedí y me fui.

Supongo que la leyó. Supongo que entendió. Ahora solo me saluda desde lejos.

Creo que ya no me va a estar buscando y, aunque me pesa en la conciencia que mi respuesta tal vez fue poco amable, aparte de ser mentira, confieso que me siento aliviado al pensar que ya no me va a estar atocigando.

Y fin. Escucho sus opiniones sobre mi crueldad. :P


Día de realidad

Algunas veces sale el sol y amanezco fantasioso; tal vez sea algo que carguen los rayos de luz entre su alas, algún bicho infeccioso.

Despierto, desde mis sueños, y vuelvo a soñar, esta vez despierto, a ojo abierto. Sueño que me enamoro, que se enamoran de mí, sueño sobre la felicidad, sobre la luz, sobre la paz y tarareo canciones terriblemente melosas. Mi vida parece tan luminosa, tan resuelta.

Y justo al centro de este remolino onírico de luz y corazoncitos flotantes se encuentra el niño que me gusta. De repente lo veo y me gusta más, de repente veo señales, repentinamente iluminan como un faro de luz y me dejo guiar. Me dejo soñar, soñar, soñar.

El sol me puso especialmente imaginativo este día: el gran día podía ser hoy. Pero no, no fue.

De repente se aglutinan las nubes y me curo, me salvo de seguir soñando. Veo la realidad, se van los faros, pero no se ennegrece el cielo sólo se matiza la luz, se difumina. Luz suave para ver el detalle, ni claros ni oscuros.

Bajo la nueva luz sé que nada pasará. Que el remolino de luz no se materializará, será luz y seguramente aparecerá mañana pero mis dedos no lo alcanzarán.

No pasará nada, nada ocurrirá. No hay forma, es improbable. Lo sé. No hay forma en que no lo arruine.

No necesariamente nunca, tal vez ocurra, tal vez pase; es sólo probable, no posible. Me asusta que tal vez quiera hacer una excepción conmigo y no ocurrir; que se nieguen los cálculos, los números probables y decida ser un nunca jamás.

¿Y si me quedo solo el resto de mi vida? Importaría poco si el resto de mi vida concluye en la próxima luna llena, pero ¿Y si vivo más?¿Y si vivo giros y giros de soles, y eclipses y cometas… y solo? Me asusta.



miércoles, marzo 10, 2010

Tu nombre, tu nombre

Según la sabia wikipedia un nombre es:
la designación o denominación verbal (...) que se le da a una persona, animal, cosa o concepto tangible o intangible, concreto o abstracto, para distinguirlo de otros.

...este semestre compartí otras materias con él. Nadie pasa lista bien. No podía averiguar mas que su nombre...

...un día él dijo mi nombre, me pidió mi usb; fue tan fulminante haber escuchado mi nombre en su voz...

...un día conocí su nombre completito...

...y soy obsesivamente feliz repitiendo su nombre y viendo su foto en el facebook...

...tu nombre, tu nombre...

domingo, marzo 07, 2010

Tengo que aprender a sonreír

Era sábado por la tarde, lo recuerdo bien. Salía de mis actividades cotidianas y el hambre hacía estragos en mí. Y fui a tragar... a alimentarme, me refiero. Por azares del destino, el establecimiento de comida al que acudí a saciar mi apetito tenía problemas con su sistema de desagüe. No servía el mugroso baño. Bajo tal situación mi vejiga no podía vaciarse, y además yo le había entrado duro al agüita de jamaica... así, mi mente sólo pensaba en una cosa: baño.

Andaba yo lejos del hogar, por lo que el regreso pronto no era factible y entonces opté por ir a la sacrosanta ciudad universitaria donde sabía podría encontrar un baño gratuito. Y hacia allá me jui.
Llegué primeramente al metro, de donde me dispuse a tomar un legendario pumabus para que me llevara a zonas pobladas con salones de clases y, por ende, baños. No tenía muy claro hacia dónde quería dirigirme, y abordé el primer vehículo que partió. El dichoso transporte me llevó a la zona cultural de aquella universidad y... nunca pude encontrar los malditos baños. Faltaría aclarar que no conozco la zona y que muy probablemente eso haya sido la causa de mi falta de éxito.

Posteriormente, después de vagar entre edificios por una media hora decidí moverme a terreno conocido: hacia las facultades. La ruta más corta, sin regresar hacia el metro, era irme al metrobus y a partir de ese punto proseguir caminando hacia las aulas cercanas.
Desde el metrobus avancé. Sabrán, si son asiduos visitantes de esa estación de transporte público, que para descender en un extremo existe una curiosa rampa en espiral, que parece ser eterna mientras la transitas; en aquel vértigo circular divisé atrás de mí, recorriendo la espiral, a un sujeto de no mal apariencia. Mirámonos por un instante, pero seguí mi camino sin prestar demasiada atención.
Caminé en ruta hacia los baños, en la facultad que yo recordaba más cercana. Malaya sea mi suerte, ya era suficientemente tarde, suficientemente noche como para que las clases ya hubiesen concluido y las aulas hubiesen sido cerradas hace horas. Dejando los baños inaccesibles, por añadidura.

La empresa se complicaba, yo con vejiga llena y estando en terrenos tan vastos parecíame que no lo lograría pero había que intentarlo. Caminé pues hacia más al norte, tal vez en ingeniería o en arquitectura lograría cumplir mi misión evacuativa. Tuve un ligero impulso por voltear hacia atrás y fue entonces cuando divisé, bastante más atrás, al sujeto que había divisado en la descendiente espiral aquella ¿Venía siguiéndome? No lo sabía y no importaba... no importaba, pero empezó a importar a medida que me adentraba en mi ruta hacia el norte pues el derredor empezaba a ponerse extremadamente solitario. El sol ya lanzaba sus últimos brillos.

Recorriendo la zona deportiva miré hacia atrás, aún me seguía. Llegué a ingeniería, aún me seguía. Llegué a la zona de pastito que creo que se llama las islas y aún me seguía. Hasta ese punto ya estaban todas las aulas cerradas, así que no había oportunidad de escapar de él ni de las eminentes ganas de hacer pipí. Ambas amenazas las tuve que afrontar, pero para ser sincero la más angustiante era la de la pipí, al güey ese pues... venía lejos, ni siquiera estaba seguro de que me seguía.


A lo lejos vislumbré la bonita biblioteca central; yacía a lo lejos iluminada, poblada, ruidosa, lo que significaba una cosa: hay baños. Y dirigiendo mis pasos a tal destino, caminé y caminé atravesando salvajes zonas pastos con esculturas posmodernas luminosas, sorteando a las furiosas ardillas, cruzando entre cegadores flashazos de graduados universitarios y llegando al fin a mi destino. Miré hacia atrás por última vez y no vi al que me seguía; supuse lo habrían devorado las ardillas.

Llegué al glorioso baño y ahí... ¡oh, sí!... !oh, Dios!... ¡oh, yeah! A medida que los fluidos fluían, más era el descanso que mi alma obtenía. Misión cumplida.
Tal debió haber sido mi éxtasis en aquel momento que no pude identificar plenamente a alguien que acudía al recinto en el que me encontraba (el baño) en ese momento; se parecía al que me seguía, pero no estaba seguro.
Pero como yo ya hice lo que tenía que hacer, pos salí del baño. Me dió curiosidad, lo aceptó, y esperé afuera de la biblioteca a ver si mi perseguidor seguía en el rumbo. Total, ya estaba en zona segura y esperé sentadito en las escaleras de la entrada principal.

Pasaron los minutos y justo cuando creí que todo había sido ilusión mía, y que el fulano perseguidor jamás nunca existió, él se hizo presente. Salió y me miró. Yo volteé hacia otro lado. Siguió caminando, descendiendo las breves escaleras y me volvió a mirar con una leve sonrisa. Yo también lo miré. En aquellos microsegundos en que las miradas colisionan nunca sé qué hacer y no hice nada... bueno, sí: bajé la mirada y fingí que no había visto nada.

Se alejó, lo veía irse, caminando, a veces volteando hacia mí, pero avanzando, y cuando ya se encontró lo suficientemente lejos pude, por fin, sonreír. Claro ya no tenía ningún sentido pues el güey casi desaparecía en el horizonte.
Quise sonreír, pero no pude. Nunca puedo. Digo, la anécdota no es la mejor, no es que quisiera poder sonreirle a cualquier desconocido que me persigue por 1 hora en un lugar desolado (si es que me seguía, tal vez también buscaba un baño) pero en cualquier otra situación tampoco logro sonreír.
En ese mismo instante me arrepentí de no haberle sonreído. Tonto de mí, pensé. Y aunque ya había pasado bastante tiempo desde su desaparición decidí salir de ahí por la misma ruta por la que él se fue; tal vez aún seguí ahí. Subí unas escaleras, las que están al lado de rectoría, con una ligera esperanza de ver al tipo al alcanzar el último escalón. Pero ya no estaba.

Recorrí todo el lugar con la mirada, y ya no estaba. Se fue. Se esfumó. Ya no había nada que hacer, entonces me fui.

Escribo esto, porque me trauma y porque hoy me pasó algo similar y entonces me acordé que me traumaba.
Hoy, en la mañanita, allá en mi lejano pueblo, me subí a un camión. El camión va en dirección al metro más cercano, abordo, pago y avanzo hasta tomar mi lugar; cual sería mi sorpresa que en el breve pasillo entre la entrada y el lugar un chico me mira. Se me hace extraño, pero la gente luego es extraña, así que tomo como normal que el tipo que me mira sea extraño.

Me siento y me acomodo en mi lugar y, otra vez, vuelvo a notar que el chico me mira. Me mira y pensé, porque me acordé de la historia anterior, que debería sonreirle. Pero... no sé qué chingados traigo que no puedo. Lo miré, me miró, nos miramos, pero voltee la mirada hacia otro lado. Volví a sentir ganas de voltear y me miró, lo miré, nos miramos; igual no pude sonreír, sólo desvíe mi cara hacia otro lado y me ganó la risa; le sonreí pues a la ventana.
No sé si él habrá notado que me reía; tal vez pensó que me burlaba, no sé, pero en lo que sobró de trayecto ya no me miró. Ni cuando bajamos. Y luego se desapareció.

Tal vez pensarán sobre qué clase obsesión insana tengo al querer sonreirle a desconocidos potencialmente peligrosos, pero no, no es eso. Bueno, sí... pero no.
Sucede que soy obviamente un asco para cualquier cosa que incluya ser sociable; en esos términos, soy un reverendo idiota para andar ligando, como claramente ejemplifican estas historias y mi vida en sí. No puedo pasar del nivel Básico 1 y eso, señoras y señores, me trauma.

Por eso, el post, el título y la historia. Tengo que aprender a sonreír (digo, por algo sencillo tengo que empezar, no me pidan que me vaya directo a Lecciones de cama, Nivel avanzado).

P.D. El dibujito lo pongo al rato porque con la tecnología actual solo puedo dibujar algo así:


(Y no es muy ilustrativo que digamos)


P.D.(2) Ya subí el dibujito, lo dibujé a manita y le tomé foto porque de momento es la única tecnología que tengo. Se ve mi dedo,pero me dió flojera borrarlo, ahí se quedará; no creo que eso atente contra mi cuidado anonimato.


miércoles, febrero 03, 2010

Chiste gráfico

Complete usted el mensaje:





SOY...




¿Se entendió? :P
No creo, soy muy malo para esto de los chistes gráfico y además no tengo como que un humor muy adecuado para eso. Precisamente por eso no he transformado este blog en un webcomic. Sería interesante, pero no se me da.

P.D. Si alguien todavía no entiende, haga click en la imagen y vea el nombre, y posteriormente opine sobre si mi chiste fue malo o malísimo. :P

P.D.(2) By the way, sí, soy inseguro, muy muy muy muy inseguro.

sábado, enero 30, 2010

Cruzada pro pingüinito


En diciembre pasado, por fin logré conseguir la beca aquella que tanto había querido desde que inicié mi otra carrera, la beca que da la compañía esta de teléfonos porque según que daba mucha lana. Y pos ya me la dieron y no es tanta lana como creí. :P
Pero aparte de la lana me dieron una netbook (laptop chiquita) y una impresora, nada despreciable la cosa.

Y pos dicen que a caballo regalado uno no le ve colmillo pero como yo soy limosnero con garrote pos sí le veo colmillo... osease que tengo quejas contra la laptopcita.
Porque han de saber ustedes que trae instalado el sistema operativo Windows 7 Starter, y aunque al principio me emocioné porque pos ya iba a poder tocar el hipermegamodernisimou-windows-7, después de algunas horas de usarlo me desilusioné gacho. Principalmente porque una de las idioteces que le incluyeron fue incapacidad de cambiar el fondo de escritorio. NO hay opción para cambiarlo. Por supuesto bajo la idea de que es la versión más austera y más pequeña y más apta para netbooks, y por eso tiene esa y muchas otras restricciones; es como comprarse un bochito (un carro de la vw) y que no traiga radio, volante ni perillas para bajar los vidrios. Al final hay forma de resolver lo del fondo de escritorio, pero hay muchas limitaciones más.

Viendo la porquería ésta, nomas' de puro coraje le metí un sistema operativo linux (compartiendo el disco duro, porque pos tampoco quería deshacerme del windows; pura costumbre). Le puse Ubuntu Linux y corre muy chévere.

Desde aquellos días hasta hoy me he encontrado una tras otra las desventajas del win7 starter y que para evitarlas tendría que dejarle caer un lana a microsoft y actualizar mi versión, cosa que no pienso hacer; tampoco con el microsoft office del que tengo licencia para un año y mucho menos con el mcAfee que estaba a prueba por 3 meses. Porquerías éstas.

Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad... nooo, digo... por eso y muchas cosas más he decidido iniciar una cruzada pro pingüinito, promoviendo, por lo menos en un post, el software libre y otros que por lo menos son de gratis.
Primero, los invito a que instalen el OpenOffice. Es una bola de programas de ofimática (procesador de palabras, hoja de cálculo, presentación de diapositivas) que es gratuito y que es perfectamente compatible con los formatos del microsoft office. Incluso con los 2007 (.xdoc, .xppt...) que dan problemas con las versiones viejitas. Antes de que vayan con su bucanero favorito a soltarle 30 baros por un software pirata, mejor instalen éste y lo prueban.

Segundo, si su máquina es tan viejita que siempre se traba con el messenger (como la mía) y además tienen 10 cuentas de correo diferentes (como yo) pues pueden instalar un mensajero instantáneo que se llama pidgin; con ese puede abrir muchas cuentas a la vez de hotmail, de yahoo, gmail, icq... y otras que jamás he usado.

Hay mejores navegadores web que el internet explorer; está el mozilla firefox que es más seguro y está el google chrome que es mucho más ligerito (por si la máquina se traba mucho en internet, es buena opción).

En antivirus hay muchos gratuitos (avast, avira, avg, incluso uno de microsoft), entonces ya no hay razón para andarle soltando lana a las antiviruseras. Y por si quieres irte al camino de la luz y olvidarte eternamente de los antivirus, pues puedes instalar un sistema operativo linux.

Los hay de todos colores y sabores, con instalación a prueba de tontos, para instalarlos junto al windows, en CD, en DVD y en USB. Es más, hay versiones que puedes probar sin instalar nada. Sí, cargas el linux desde un CD o un USB, y ya puedes usar todos los programas que trae; puedes instalarlo si quieres y además descargar más software libre. De a gratis, sin restricciones de licencia y compatible con los programas que te acabo de mencionar (excepto los antivirus, esos no se usan) y muchísimos más.

So, he acabado con mi discurso técnico y propagandístico (me cae que hasta parece que me pagan por hablar bien de linux :P ).

Pero ya en serio, estos programas que les menciono son una muy buena opción para tener la compu actualizada y ahorrarse lana sin recurrir a piratería. Lo único que pretendo con esto es apoyar al software libre, porque en la medida en que más personas lo usen, así disminuirá la influencia de una empresa tan tramposa como microsoft.

Por si alguien quiere asesoría sobre como instalar linux, pos me avisan.

Saludos.


viernes, enero 29, 2010

Trivialidad roja


El otro día me compré una sudadera roja. Tiene gorrito.
Me la compré porque recién habíamos salido de la temporada de frío porque noté que un gran número de las chamarras y sudaderas que tenía eran grises. Y por atar cabos de manera improvisada podría echarle la culpa al frío glacial, a la ausencia de sol y a la ropa color gris como causantes de mi bajo ánimos esos días.




Claro, falta que sea cierto, porque soy de los que se deprimen porque pasa la mosca. Entonces... pos dejémoslo en teoría.
Y por eso me quise comprar la sudadera roja. Me gusta el color, me reanima, me da fuerza. Hasta la siento más calientita que las otras.



Pura trivialidad. No se me ocurre nada más que escribir. :P


lunes, enero 11, 2010

Algo depre

Bueno, ya, toca algo depre. Además si no lo escribo ahora se me va a olvidar y luego ya no tiene chiste.
Hace como 1 minuto que me habló una amiga de la carrera del poli para invitarme a su cumpleaños. Que hace mucho que no me ve, que todos los demás (la bola de amigos y amigas) me quieren ver y que me extrañan porque hace como un año que no saben de mí.

Antes de navidad, un amigo de las clases de japonés que tomaba me invitó a un intercambio que querían hacer de los de nuestro antiguo grupo, también hace mucho que ni los veo, y que también me extrañan.

Regresando de su viaje de navidad y año nuevo con la familia,a casa de los abuelos, mis papás lo primero que me dicen es que todo mundo pregunta por mí, que cuando voy a ir, que hace mucho que no me ven, etc.

Un punto en común a todos estos casos y a lo largo de mi vida es que siempre estoy ausente; nunca voy, nunca estoy, nunca convivo; pueden pasar los años y nunca siento que extraño a nadie. Me parece inmensamente raro e incomprensible que me extrañen a mí, no soy ni por casualidad alegre, divertido, ni nada. ¿Por qué?¿Por qué me extrañan? Llevo años demostrándole a los que me rodean que pueden vivir muy tranquilos sin que me atraviese. Que me recuerden y ya, no creo tener nada mejor aportar a sus memorias.

Pero... sí, sé que las cosas no deberían ser así... pero así son, así son. Me trauma.

Por supuesto para todas estas invitaciones y viajes siempre pongo un pretexto y nunca voy, nunca voy, hago honor a mi reputación. Eventualmente se tienen que cansar de insistir. Además falta demostrar que sí me extrañen y me quieran ver y no sea nomas' puro chantaje emocional... (ay, qué amargator : / )


Soy un grinch internavideño.



domingo, enero 10, 2010

Redes sociales

Oficialmente he caído bajo las redes de... las redes sociales.


Ya el blog era una de esas "cosas medio modernas que usan los jóvenes de ahora", pero pues el blog es casi un evento de egolatría, es menos interactivo al final de cuentas y pos quería checar qué hacen esas cosillas del facebook y el twitter, ya alguna otra cuenta que saque luego.

Últimamente he sentido poco interés por escribir en el blog porque siento que estoy repitiendo mucho; siempre hablo de lo mismo y mi vida ha sido muy monótona en estos últimos meses y ando depre, y escribo cosas depre y me deprimo más y luego me aburro y luego mi conciencia dice: "siempre escribes cosas depres, ya chole" y yo le digo a mi conciencia "pos así es mi mugrosa vida" y ella me dice "ay, ya cállate" y yo le digo "cállate tú" y ella "no, tú" y yo "no, tú" y ella "no, tú" y yo "no, tú" y ella "no, tú" y yo "no, tú" y ella "no, tú" y yo "no, tú"... y así; el chiste es que siento que el blog no me divierte tanto como antes, y eso es algo que quiero recuperar. No lo pienso borrar.

Pero no sé cómo refrescar esto. Necesito escribir y/o dibujar de algo diferente, de otra forma, desde otro punto de vista. Tengo algunas ideas, pero resultan un poco más complicadas de hacer que lo que hago ahora y el tiempo sí importa mucho, pues no me sobra muchísimo. Pero ando pensando, meditando, elujubrando y contando mi presupuesto.

¿Alguna sugerencia?




lunes, enero 04, 2010

Complicado

Por fin. Por fin alguien me dijo lo que yo quería escuchar.
Verán ustedes que ayer por la madrugada tuve una conversación corta pero sustanciosa con un amigo de hace muchos años. Todo empezó por hacer alguna alusión al frío glacial que en este momento azota la ciudad, a lo cual me sugirió que me buscara un novio.
Y, como siempre, en mis conversaciones sobre estos temas salen argumentos como: "si estás solo es porque quieres", "no se me da", "soy bien antisocial" y cosas así. El chiste es que el me ataca y yo me ataco. :P

En una de esas encarnizadas argumentaciones yo dije que "no soy pachanguero, no voy a fiestas" en respuesta a su insistencia de que yo no conocía gente porque no salía; a mi respuesta respondida él respondió: "sí, es que eres muy complicado".

Y se hizo la luz...



Sí, soy complicado. Soy endemoniadamente complicado. Soy como un cubo rubik, de esos de colorcitos, que a lo mejor le intentas descifrar un rato pero a los 5 minutos te hartas y ya después se vuelve parte de la decoración y jamás vuelves a acercarte. Digo, por poner un ejemplo.


Aunque el que me halla dicho que sea complicado pues no es un halago, pero en contraste con algunos otras teorías que tenía yo sobre la situación (como estar maldito o que olía yo muy feo), pues resulta ciertamente tranquilizador.

Así las cosas la día de hoy.

viernes, enero 01, 2010